LO POLÍTICO
En los últimos dos meses ha ocurrido en Cuba un interesante proceso político, cuyas consecuencias finales todavía están por vislumbrarse: Me refiero al Proyecto Varela auspiciado por la mayoría de los grupos opositores internos y a la Enmienda Constitucional, impulsada por el gobierno, que declaró irrevocable al socialismo cubano.
Con toda seguridad todos ustedes han estado al tanto, en mayor o menor grado, de ambos acontecimientos y no voy a entrar en detalles sobre ellos. Sin embargo, creo que es importante apuntar que los mismos han generado una nueva dinámica en la relación gobierno-oposición interna.
Oposición Interna
El Proyecto Varela significó para la oposición interna un cambio cualitativo en su tradicional quehacer político. Independientemente de su contenido, el cual podemos o no compartir, total o parcialmente, no hay dudas que esta iniciativa sirvió para movilizar en torno a un proyecto político concreto a los grupos opositores de la isla.
La mayoría de los grupos opositores internos se han caracterizado hasta ahora por una actitud defensiva, cuya principal actividad ha sido la denuncia de la situación política y las violaciones a los derechos humanos.
El Proyecto Varela, respaldado por más de 11,000 ciudadanos que lo avalaron con su firma, y en cuyo proceso intervinieron decenas de activistas en todo el país, supone la existencia de una capacidad organizativa y movilizadora de la oposición de la cual hasta ahora no existían evidencias.
Su principal particularidad es que se trata de un proyecto político que intenta utilizar la propia institucionalidad del régimen como un mecanismo de cambio.
Su presentación ante la Asamblea Nacional sorprendió al gobierno que no estaba preparado para enfrentar ese tipo de reto. Habría que señalar, además, que su coincidencia con la visita del ex-presidente Jimmy Carter a Cuba, contribuyó a su repercusión nacional e internacional, y aumentó el desconcierto inicial del gobierno.
La Enmienda Constitucional Irrevocable
Aunque el gobierno alegó oficialmente que las enmiendas constituían una respuesta al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, la mayoría de los analistas coinciden que las mismas estaban dirigidas, esencialmente, contra el Proyecto Varela.
La reacción del gobierno ante el reto institucional planteado por el Proyecto Varela fue cambiar las reglas del juego, para protegerse. Ese cambio representa una actitud defensiva. De hecho es la primera vez que el gobierno pierde la ofensiva en la dinámica política interna, independientemente de que mantenga con firmeza las riendas del poder.
El proceso que concluyó con la Enmienda Constitucional irrevocable tiene visos de cierta improvisación. El ejemplo más claro es el término socialismo intocable elegido inicialmente y bajo el cual se recogieron los millones de firmas. Al final, tuvo que ser cambiado por irrevocable que tiene una connotación menos dramática.
En las sesiones de la Asamblea Nacional hubo algunas curiosas advertencias sobre el término intocable y sobre el proceso mismo, que pueden ilustrar más esa improvisación. Un ejemplo.
Vale recordar que la Unión Soviética fue disuelta, aunque el 75% de la población había apoyado en un referendo su no disolución apenas unos meses antes de que esto se consumara. (Felipe Pérez Roque, Ministro de Relaciones Exteriores.)
Antes de agotar este punto quiero llamar la atención sobre un aspecto institucional del mismo. Reconozco que puede resultar un vano ejercicio esotérico, entrar en consideraciones legales y constitucionales del régimen cubano, pero aún las más férreas dictaduras se comportan dentro de determinadas reglas de juego. Cuando éstas se alteran o se cambian, no es por capricho.
El Artículo 137 de la Constitución vigente faculta a la Asamblea Nacional para introducir reformas o enmiendas como las acordadas en días pasados. Por lo tanto para adoptar esos acuerdos, bastaba con reunir a la Asamblea.
Las movilizaciones populares y las masivas recogidas de firmas, previas a la reunión de la Asamblea, parecieran destinadas a enfrentar a los diputados ante un hecho consumado.
Aparentemente el gobierno llevó a cabo una especie de referendo, al revés, donde invirtió los términos del proceso. Primero fue la movilización popular, y la recogida de firmas, a modo de votación y después la presentación de las enmiendas ante la Asamblea.
Comparto con ustedes otra reflexión personal. La Asamblea Nacional, según la Constitución vigente debe celebrar, cada año, dos períodos ordinarios de sesiones. El primero estaba señalado para el pasado cinco de julio, pero fue pospuesto, sin mayores explicaciones, hasta nuevo aviso. El segundo se celebra habitualmente a mediados o fines de diciembre. Sin embargo, hace algunos días Fidel Castro convocó a elecciones generales para todos los niveles, incluidos los diputados a la Asamblea Nacional.
¿Significa ésto que la Asamblea Nacional ya no se reunirá más hasta que sean electos nuevos diputados? Si esto fuera así, ¿por qué el régimen viola las reglas de su propio juego, es decir, la Constitución vigente, que establece celebrar dos sesiones anuales de la Asamblea?
Dentro de este vistazo político hay que tener en cuenta que el próximo Congreso del Partido Comunista de Cuba debe celebrarse antes de que concluya este año. Por lo pronto ya se han dado todos los pasos iniciales para el evento y elegido a los nuevos dirigentes políticos en todas las instancias de base, municipales y provinciales. En ese proceso no se han producido cambios significativos de dirigentes y es previsible que tampoco ocurran en el Congreso, que pudiera celebrarse el próximo mes de octubre.
LO ECONÓMICO
El año 2002 comenzó bajo el signo de desastre que dejó el huracán Michelle, que afectó a más de la mitad del país en noviembre último, dejando pérdidas calculadas en 1,800 millones de dólares.
La previsión oficial de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año es del 3%, cifra que se mantiene todavía como meta, a pesar de la crítica situación que se reporta en tres sectores claves de la economía: el turismo, la industria azucarera y el sector energético.
Turismo
Los planes de alcanzar la cifra de dos millones de turistas para este año parecen, nuevamente, inalcanzables.
En 2001 el turismo sólo creció 0,03%, o sea sólo 555 turistas más que el año anterior. Un total de 1.774.000 turistas produjeron ingresos brutos por valor de 1.952 millones de dólares, según datos oficiales.
La tasa de ocupación de las capacidades turísticas alcanzó el 68.9%, en comparación con el 74,2% alcanzado en el 2000. La industria turística registró un decrecimiento de 5,2% en sus ingresos brutos— comparado con el año 2000—de acuerdo con cifras del Informe Económico 2001, del Banco Central de Cuba.
Este año el primer millón de turistas se alcanzó el pasado domingo, un mes más tarde que en el 2001.
Para el primer trimestre de este año, el turismo había bajado un 14%, según datos del ministro de Turismo, Ibrahim Ferradaz.
Industria Azucarera
La ineficiencia operativa y los bajos precios del mercado han obligado al gobierno a anunciar una profunda reestructuración azucarera, que pone fin al llamado plan de recuperación de esa importante industria nacional.
Según cifras oficiales, en la última zafra el costo de producción de una tonelada de azúcar fue de 359 pesos, muy por encima del nivel planificado de 260 pesos por tonelada.
De los 156 ingenios azucareros que hay en el país, sólo 71 quedarán produciendo azúcar, 14 seran utilizados en la producción de derivados y 7 convertidos en museos destinados al turismo.
Unos 100.000 trabajadores, de los 400.000 que emplea la agroindustria azucarera, serán destinados a otras áreas del sector agrícola.
La Comisión Nacional de Reestructuración Azucarera, ha dicho que a esos trabajadores se les pagarán sus salarios, tomando en cuenta el promedio devengado el año anterior, hasta tanto sean reubicados en sus nuevas labores.
Cuba tiene un area de dos millones de hectáreas dedicadas a la siembra de caña y aproximadamente la mitad de esos terrenos, tendrán que reconvertirse para dedicarlos a productos alimenticios varios, ganaderia vacuna, porcina y avícola, según los planes.
Otro de los serios problemas que confronta la reestructuración de esta industria son los bateyes de los 64 ingenios desmantelados. Ellos representan, en la práctica, 64 poblaciones o comunidades rurales cuya vida económica, social y cultural giraba en torno al ingenio.
El gobierno ha prometido mantener en esos bateyes los servicios educacionales, de salud, comercio y el resto de las actividades socio culturales, aunque no ha explicado cómo lo va a lograr.
Sector Energético
El corte del suministro petrolero de Venezuela desde abril—unos 53,000 barriles diarios—obligó al gobierno a hacer millonarios desembolsos adicionales para adquirir combustibles en otros mercados distantes y con altos precios de entrega inmediata.
Esos problemas incidieron en un alza de precios decretada a fines de mayo que afecta a una amplia gama de productos de las tiendas en dólares, donde concurre la población para completar la pequeña canasta básica subsidiada.
El aumento de precios, coincidió con un plan del gobierno para reducir en un 10% el consumo eléctrico en compañías y entidades estatales. En diciembre del 2001 el gobierno había implantado ya una reducción del consumo en todos sus organismos estatales, pero según las informaciones publicadas, ante la llegada del verano se hizo necesario reducir aún más su uso.
“Para junio-octubre es necesario un mayor control y disminución de las importaciones de combustible para la generación, lo que indica producir con menos recursos energéticos,” indicaba una nota publicada en Granma.
Precisamente para hoy, primero de agosto, se ha anunciado la reanudación de los embarques de crudo venezolano, suspendidos desde abril último.
De acuerdo con declaraciones del presidente de PDVSA, Alí Rodríguez, Cuba y Venezuela habrían alcanzado un acuerdo para refinanciar unos 142 millones de dólares por concepto de facturas petroleras; acuerdo que habría facilitado la reanudación de los embarques.
Según cifras divulgadas por PDVSA, Venezuela ha vendido a Cuba en los útimos dos años 25,58 millones de barriles de crudo como parte del acuerdo petrolero que suscribieron ambos países en octubre del 2000, y que otorga a la isla condiciones preferenciales de financiamiento, que incluyen un plazo de pago de 15 años, dos años de gracia, una tasa de interés de 2%, y un cálculo del precio del barril entre 15 y 30 dólares.
Otras Consideraciones Económicas
• El peso cubano se devaluó 22,7% en el último trimestre del 2001, fundamentalmente por los efectos de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, la caída del turismo y de los precios internacionales de los productos de exportación cubanos y el alza de los que importa. El tipo de cambio no ha variado este año y se mantiene en 26 pesos por dólar para la venta y 27 para la compra, a diferencia de los 21 pesos a que se cotizaba en octubre del 2001.
• Desde el pasado primero de junio, comenzó a circular oficialmente el euro, como forma de pago en los principales centros turísticos del país. Con esta medida circulan ahora en el país cuatro tipos de moneda: el peso, el peso convertible, el dólar y el euro. La circulación del euro fue autorizada por el gobierno alegando que más del 55% de los turistas que visitan Cuba proceden de la Unión Europea; además la isla realiza casi el 40% de su comercio exterior con miembros de la UE y más de la mitad de las empresas mixtas que operan en Cuba, cuentan con capital procedente de esas naciones.
• En junio de 2002, la UE, el socio comercial e inversionista más importante de Cuba, dirigió al gobierno un documento de 11 páginas, exponiendo las serias dificultades que enfrentan sus empresarios en la isla. Según el documento los inversionistas en Cuba están afectados por las rigurosas regulaciones legales que rigen su actividad comercial; los excesivos impuestos, las dificultades para contratar la fuerza laboral y una ineficiente burocracia estatal que dificultan la actividad empresarial y productiva, entre otros problemas.
CONCLUSION
En una larga entrevista concedida en La Habana a la agencia Reuters, el director del Centro para el Estudio de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana, Juan Triana, reconoció que Cuba enfrenta su peor crisis financiera desde el colapso de la Unión Soviética.
“Este año es el más difícil que hemos tenido desde los inicios de los años 90, pero el que diga que la Cuba de hoy está en la misma situación de los años 90 desconoce todo lo que hemos hecho en 12 años de transformación,” dijo Triana.
Quisiera concluir estos comentarios con las razones por las cuales, según Triana, la economía cubana está en mejores condiciones que hace una década para superar su actual crisis. Cito textualmente:
Desde entonces, hemos recuperado casi todo el terreno que perdimos y lo más importante es que la economía ha cambiado su estructura de manera sustancial. Hoy, más del 50 por ciento de los ingresos por exportaciones (de unos 4.000 millones de dólares en 2001) viene del sector de los servicios, básicamente turismo, y la otra parte en bienes. En los años 90 el azúcar era preponderante y hoy no es así. El níquel ahora registra unos ingresos similares y productos no tradicionales como los cítricos y los medicamentos suponen un 20 por ciento de las ganancias por exportaciones. Cuba también depende menos de las importaciones de combustible y alimentos que en el pasado.
Dejo a la consideración de ustedes, los especialistas, la confirmación de esas aseveraciones, que, sin dudas, pueden servir para condimentar el debate.
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