Note 1
Authors’ note 2
En Cuba, desde 1905 en las circulares Nos. 11 y 19 de la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas, en La Habana, se divulgó la idea de que “…cada cubano estableciera un pequeño jardín dedicado al cultivo de las hortalizas para el uso doméstico, sugiriéndose que con muy poco costo y trabajo podrían las familias surtirse de los vegetales necesarios, lo que contribuiría a la salud del pueblo. Todas las necesidades familiares podrían cubrirse en un terreno de 7 m X 30 m…”. Se deja constancia de la falta de interés por parte de los campesinos en este sentido, pues fundamentalmente sembraban en sus autoconsumos: yuca, malanga, ñame, boniato y frijol. Así se muestra la temprana preocupación de algunas instituciones nacionales por una dieta más sana.
El presente trabajo tiene como objetivo proponer modelos de huertos para diferentes grupos de población (familias, hospitales, escuelas, centros de trabajo) que pudieran contribuir a las necesidades nutricionales de la población, principalmente en vitaminas y minerales de gran importancia. El mismo se enmarcó en una estrategia de autoabastecimiento municipal que contemplaba el desarrollo de las capacidades de cada territorio para la satisfacción de las necesidades alimentarias de su población. Dos patrones de cultivo y plan de siembra mensual fueron considerados en el Anexo 1, para huertos familiares para alimentar 10 o 100 personas, incluyendo la ocupación de la tierra por meses, y el cumplimiento de recomendaciones per cápita de vitaminas y minerales.
PREMISAS TOMADAS EN CUENTA EN EL DISEÑO DEL HUERTO
- Cálculo del número de comensales vinculados al huerto y cuya ingesta hortícola dependería de éste, a los que se les recomendó consumir 120 kg/año de hortalizas (FAO Yearbook, 1975). Lo que equivale a 328 g/día de hortalizas que pudieran ingerirse en diferentes porciones.
- Selección de especies hortícolas de mayor demanda en el huerto cubano, las que a su vez constituyeran fuentes de vitaminas A, B1, C y de hierro. Su aporte diario recomendado fue de: 700 microgramos de vitamina A; 1.2 miligramos de vitamina B1; 60 miligramos de vitamina C y 14 miligramos de hierro (FAO Yearbook, 1975).
- Ejecución de al menos dos rotaciones anuales promedio de cultivos en el suelo seleccionado para el huerto.
- Mantener una programación de siembra y cosecha de hortalizas sostenida durante todo el año en el huerto, para lo cual se escogieron de 15 a 19 especies hortícolas a usar en función de la época de siembra/cosecha y del tipo de huerto.
RECOMENDACIONES DE TRABAJO
- Participación en el trabajo del huerto de cualquier grupo poblacional urbano o rural vinculado al mismo, es decir toda la comunidad, sin excluir la participación de niños, mujeres o ancianos que así lo desearan.
- Utilización prioritaria de variedades cubanas que tengan además posibilidad de producir semilla nacional para abaratar el costo de producción. Es bueno seleccionar más de una variedad por especie para combinar ciclos productivos, tolerancia/ resistencia a enfermedades, productividad y adaptación climática.
- Amplia labor de educación nutricional de la población, ya que cualquier intento de promover una dieta más sana conlleva a cambios en los hábitos alimentarios tradicionales.
RESULTADOS OBTENIDOS EN LA PUESTA EN MARCHA DEL HUERTO
- Se logró un per cápita promedio por comensal (ambos tipos de huertos) de 228 kg/año de hortalizas.
- La ocupación de la tierra anual fue buena, pues osciló entre 2.20 a 1.92 en los huertos familiar y típico, respectivamente.
Se obtuvo el suplemento de nutrientes por comensal que aparece en el Cuadro 1.
EDUCACIÓN NUTRICIONAL
Tradicionalmente, la alimentación cubana se ha caracterizado por ser muy energética, pero actualmente existe una tendencia de la población en cambiar sus hábitos alimentarios hacia un mayor consumo de vegetales y frutas. Aunque no todas las especies pueden encontrarse al mismo tiempo, debido a su estacionalidad.
En este empeño debe ayudar la Educación Nutricional, que no es solo la difusión de información acerca de los alimentos y sus nutrientes, sino que contempla a otras acciones que contribuyan a adoptar una sana alimentación poblacional, tales como:
- La promoción de hábitos alimentarios saludables durareros.
- Educación alimentaria más allá del salón de clases, que involucre a toda la escuela, las familias y la comunidad.
- El establecimiento de huertos escolares pedagógicos enlazando las lecciones con la práctica.
- El desarrollo de guías alimentarias para promover dietas saludables.
- La creación de ambientes favorables para una buena nutrición y opciones alimentarias saludables.
Las hortalizas son la base de una dieta saludable por: ser fuente principal de vitaminas, fibra y minerales. Son los alimentos que más agua aportan al cuerpo y por su alto contenido en potasio facilitan la eliminación de líquidos. Tienen un alto contenido en antioxidantes, que protegen frente a algunas enfermedades cardiovasculares y otras que afectan al sistema nervioso. Son, junto a las frutas, prácticamente la única fuente natural de vitamina C. En la práctica, las hortalizas son un ingrediente que puede acompañar a cualquier alimento y mejorarlo estéticamente, pero también pueden ser un delicioso plato en sí mismas, cocinadas de infinitas maneras para conseguir los mejores sabores.
ALTERNATIVAS PARA OBTENER VEGETALES, FRUTAS Y VIANDAS FRESCAS
Para obtener vegetales, viandas y frutas con el propósito de mejorar la nutrición no es necesario tener una parcela de tierra de gran extensión disponible. Las alternativas son los llamados huertos urbanos y escolares. Estos huertos pueden ser comunitarios, escolares, urbanos familiares o caseros fabricados en los edificios modernos en espacios disponibles en balcones y azoteas. Estos huertos urbanos pueden proveer vegetales, viandas y frutas frescas durante todos los meses de cultivo del año, dependiendo de la extensión disponible de tierra, el país, el clima, la disponibilidad de semillas, aperos de labranza y conocimiento técnico de la persona. En la mayoría de los países desarrollados y muchos en vías de desarrollo se cultivan distintos tipos de los huertos mencionados.
El huerto comunitario se realiza por la contribución de un grupo de personas que desean cultivar un lote de tierra proporcionado por su propietario ya sea por una jurisdicción municipal o privado. Por ejemplo: en Arlington, Virginia, Estados Unidos, en la intersección de las calles Diez y Barton (10th and Barton Streets) hay un huerto comunitario fundado hace ya hace cuarenta y cinco años donde más de dieciocho personas en cincuenta metros cuadrados cultivan vegetales durante los meses de febrero a noviembre dependiendo del clima. Este huerto, además de proveer vegetales y especies para cocinar a las personas que lo cultivan, también proporciona vegetales a miembros de la comunidad, amigos, etc. Algunos miembros, con los excedentes obtenidos, participan en ventas durante los fines de semana en designados lugares donde acuden familias de la comunidad y de otras localidades para obtener vegetales frescos. Este huerto comunitario recibe soporte de materia orgánica y agua sin costo alguno a los agricultores por la oficina de Extensión del Departamento de Agricultura del Condado de Arlington, Virginia. En este tipo de huerto hay diferentes maneras de hacer los canteros del huerto (surcos) pero con frecuencia se observa el sistema francés de montar la tierra en surcos elevados con el propósito de evitar excesiva humedad. Cada miembro del huerto individualmente planta los vegetales que desee. Por ejemplo, se observan tomates de ensalada, lechuga, pepinos, habichuela, cebolla, calabacita, berzas, berenjenas, melones, broccoli, rábanos, espinaca, chicharos, y zanahorias y especies para cocinar como cilantro, estragón, orégano, perejil, etc.
Otra forma de huerto similar al huerto comunitario es el huerto escolar, que puede tener capacidad para diez o más comensales dependiendo de la extensión disponible de tierra. Esta actividad se utiliza para impartir conocimiento agrícola a los estudiantes interesados en mejorar su nutrición y obtener vegetales y viandas. Los huertos escolares presentan una magnífica oportunidad para aprender a mejorar la tierra utilizando materia orgánica degradable, conocer los distintos problemas asociados con plagas y fertilizantes químicos, otras técnicas de cultivo y enseñar conservación de alimentos.
El huerto familiar o casero utiliza recipientes de madera, cartón y plásticos para plantar los vegetales. Además, se utilizan listones de madera para formar los canteros de los huertos debido al espacio reducido en los alrededores de la casa o en el centro del patio donde frecuentemente se ven el uso de botes de barro de diferentes tamaños. No es necesario utilizar aperos de labranza pesados; en general se utilizan aquellos que se usan para un jardín de flores y plantas decorativas. Estos jardines familiares de vegetales tienen variedad de acuerdo con la persona que los planta. Las plantas no son obtenidas de semilleros, sino compradas en tiendas dedicadas a vender asuntos relacionados con el jardín. El cuidado del huerto es el factor que determina los resultados. Las plantas que conmás frecuencia se cultivan en este tipo de huerto son, por ejemplo, tomates, lechuga, calabacita, rábanos, espinaca, pepinos y especies para cocinar como romero, laurel, sabio, albahaca, orégano, perejil, y cilantro.
El huerto urbano casero que con frecuencia se observa en los edificios, radica en comunidades donde hay grandes edificios comunales de varios pisos con balcones o azoteas utilizando cajas de madera o plásticas, así como el uso de botes de barro de diferentes dimensiones dependiendo de lo que se vaya a plantar. Los vegetales más frecuentes son tomates y habichuelas o plantas que no requieran extensión de tierra además de yerbas para cocinar como romero, laurel, perejil, cilantro, orégano, comino, estragón, y menta. Este tipo de huerto no requiere mucho esfuerzo sin embargo puede proveer vegetales dependiendo del cuidado y atención del mismo. No requiere semilleros y se obtienen las plantas en tiendas especializadas en venta de productos del jardín. No requieren estos huertos mucha fertilización porque generalmente se usa tierra que se obtiene en tiendas que proveen cantidades lista para su uso. No requiere aperos de labranza. Los resultados del mismo dependen del cuidado que se le ponga al esfuerzo.
CONCLUSIONES
Este trabajo ampliamente demuestra que para mejorar la nutrición de la población, así como aumentar el caudal y la disponibilidad de vegetales, viandas y frutas no es necesario tener una gran extensión de tierra, pues solamente se requiere tener el deseo y la voluntad de cultivar vegetales y entender cómo combinarlos y utilizarlos para tener una mejor nutrición. Otro aspecto importante es considerar que en países tropicales la siembra de vegetales puede realizarse durante todo el año, siempre y cuando se adapten métodos para proteger las cosechas de las adversidades del clima. También el consumidor puede instrumentar métodos de conservación para preservarlos y consumirlos durante la época del año cuando no hay frescos y no están disponibles.
ANEXOS
- Fuente: Proyecto realizado en los municipios de Güira de Melena (Artemisa) y Pina (Ciego de Ávila). Savón Álvarez, Jesús R. Ing., Casanova Morales, Antonio Dr., Marrero Terán, Aleida, Lic y colaboradores. “Proyecto de huertos típicos para contribuir a la satisfacción de las necesidades nutricionales de la población.” Instituto de Investigaciones Hortícolas “Liliana Dimitrova,” Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical, Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos, MINSAP, Ciudad de La Habana, Cuba. Septiembre de 1992.
- A Nuestro Querido Amigo José (Pepe) Alonso: Su gran amor por Cuba y su pasión por la agricultura nos unió a través de ASCE. Nació de ahí un interés mutuo por hacer a favor de un futuro próspero desde nuestros retiros en EEUU y en Cuba. Distintos temas fueron objeto de presentación conjunta en las reuniones anuales. Para el pasado evento decidimos dar a conocer lo que en huertos hortícolas se había hecho exitosamente en Cuba, como muestra efectiva de lo que se puede aún hacer en la producción de alimentos. Pepe se entregó completamente al trabajo, hasta el punto de buscar otros ejemplos exitosos y hacer personalmente tablas, gráficos y la presentación. Por esa razón, estando ya nosotros en EE. UU., pudimos compenetrarnos y conocernos mejor, todos los días trabajábamos a través de la tecnología. Esa fue su última contribución a la Sociedad que tanto amó. Fue un hombre muy sensible, generoso, constante y amante de la investigación histórica. Ese es el recuerdo de Pepe que conservaremos. Damos gracias al Altísimo por habernos brindado la oportunidad de conocerlo. Que Dios lo acoja en su seno.
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